Los tres trabajadores intoxicados por mercurio y otros metales pesados mientras realizaban trabajos de mantenimiento en Asturiana de Zinc (AZSA) en 2011 rechazaron la propuesta de convenio planteado por el Servicio de Salud del Principado de Asturias (SESPA) y la mutua Fremap para la atención médica. La propuesta del convenio les fue entregada el pasado viernes.
Los tres afectados aun sufren secuelas que el año del accidente han deteriorado su salud. Es una de las intoxicaciones por mercurio y metales pesados más importantes de Europa occidental tanto por el número de afectados como por la exposición. Necesitan la atención de carácter vitalicio, porque pueden aparecer secuelas que no están previstas. La responsabilidad de la empresa para ellos es de por vida.
Los tres huelguistas pertenecían a la plantilla de IMSA que, en diciembre de 2011, fueron intoxicados por mercurio y otros metales pesados en el transcurso de unas obras de mantenimiento en Asturiana de Zinc. En total, el accidente afectó a cincuenta trabajadores de IMSA, con diferentes grados de exposición a los productos contaminantes.
Seis meses después del accidente, un informe de la Consejería de Sanidad se detectó un nivel de mercurio en la sangre en la plantilla de Asturiana de Zinc superior a los localizados en la población. Aunque se consideraba explicable por la actividad industrial de la compañía, se recomendaba aplicar unas mayores exigencias de seguridad laboral, como ha venido haciendo desde entonces la empresa.
Como se puede ver el problema es la falta de seguridad laboral, lo que provoca accidentes de distintos grados, pero por ejemplo este caso es grave ya que perjudica en la salud y puede provocar una esperanza de vida menor por culpa de la falta de seguridad laboral. En ocasiones no es solamente la mediocridad de política que hay sino la mala organización de la empresa a la hora de realizar la normas en cuanto a la seguridad laboral.
